Llamar al cerrajero es la solución más recurrente pero más allá de eso, nuestro operario os dará una serie de consejos para evitar este tipo de situaciones que ahora mismo os detallaremos. Y es que a todos alguna vez nos ha pasado y es un problema realmente incómodo. Así que os vamos a presentar la posible solución al problema para que, al menos, intentéis solucionarlo vosotros mismos y si persiste ya decidáis qué hacer.
Lo primero que debéis tener en cuenta es que cada una de las hojas de corredera, tiene dos ruedas, que se sitúan en los extremos así que lo primero será comprobar si las cuatro ruedas en total funcionan correctamente o no. Tened muy presente que si una de ellas ya solamente falla es probable que el deslizamiento del ventanal os comience a dar problemas ya igualmente.
Pues bien, una vez realizada la comprobación lo que tendréis que hacer es extraer las hojas de los carriles y ponerlos de modo que logréis ver la parte inferior de la hoja que es la que os dará la información que necesitáis. Acto seguido, y en cualquier caso, lo mejor será que procedáis a limpiar la parte interior del perfil de aluminio. El objetivo será retirar la suciedad que pudiera darse en la parte interior de las hojas.
Si con estos primeros pasos veis que no ha sido suficiente no os preocupéis porque hay más consejos que podrán ayudaros a que resolváis este problema. El siguiente paso ya será el de la lubricación de las ruedas con un aceite tipo 3 en 1, si esa opción tampoco os funciona lo mejor será que cambiéis la posición de la rueda pasando a un lugar más alto.
En el supuesto de que esto tampoco os funcionará habría que proceder a realizar el cambio de rodamiento de las hojas, algo que no es muy complicado y que os explicaremos.
Pues bien, en primer lugar, como os podréis imaginar, lo primero que tendréis que hacer es sacar los ruedines que tienen para así proceder a aflojar los tornillos de los laterales ubicados en la hoja de ventana.
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El segundo paso será extraer la goma o silicona en la parte inferior para que la hoja no se abra y extraer el perfil. Por último, bastará con que soltéis los tronillos de las ruedas y extraigáis cada una. Solo si mantenéis el rodamiento en perfecto estado la ventana nunca sufrirá este tipo de percances que, aunque menores, son molestos.
Ya sabéis que no todas las ventanas tienen este tipo de hoja, dependerá del cierre que hayáis escogido. Nuestra recomendación, como siempre os decimos, pasa por buscar asesoramiento con nuestros cerrajeros, un experto que trabaja habitualmente con materiales como el aluminio y el acero y vela por la seguridad. Todo ello, se traduce en la combinación perfecta a la hora de escoger el conjunto de la ventana; desde el material más recomendable al tipo de cierre más seguro, todo ello aprovechando al máximo el espacio que haya en la vivienda y potenciando la luz.
Si finalmente habéis tenido un problema de estas características y no os veis con ánimos de cambiar vosotros mismos la hoja siempre podréis plantearos la opción de comprar una nueva ventana. Seguro que nuestro cerrajero profesional os mostrará numerosas posibilidades, algunas de ellas a un precio estupendo. Solo hay que ver qué os ofrecen y las ofertas que pueden tener. A veces nos sorprenderíamos de conocer las ofertas y los precios reales, ya que muchas veces creemos que una ventaja de aluminio puede costar un importe mucho mayor de lo que realmente cuesta.